domingo, 7 de noviembre de 2010

Actitud AIKI

Echo de menos hacer aikido... Pero una actitud aiki puede practicarse hasta en las tareas más cotidianas. Es en el día a día donde realmente podemos poner en práctica lo que hemos aprendido en el tatami. Incluso en el más insignificante de los gestos (barrer, fregar los platos o regar las plantas), podemos hacer aikido....


Trabajad para ser mejores personas, la defensa personal viene por sí sola”

En Aikido se hace más énfasis en la parte mental, al dar por supuesto que la física es obligatoria para su entrenamiento [...]. Durante el entreno se pide calma y relajación, pero la calma no es estancamiento o involución; es como la respiración, sustento de vida, fuerte y capaz de conservar su lugar con solo continuar siendo ella misma. Lo que cuenta es estar en el centro conser­vando el bienestar del organismo.

En principio todos los movimientos de Aikido son sencillos, naturales y lógicos. Debemos apartarnos de lo artificial y descu­brir las razones de todos los gestos que se ejecutan en el curso de la demostración de una técnica. No basta con que estas razo­nes se expliquen por el instructor al alumno, es necesario que éste compruebe por sí mismo su verdad.

Al comienzo del estudio de una técni­ca, es preciso analizar los movimientos, realizándolos lentamente para darse cuenta de sus menores detalles, luego tales movi­mientos van acelerándose progresivamente, hasta que se alcanza una velocidad normal de ejecución.

Un método que da buenos resultados es entrenarse solo, con la propia “sombra” repitiendo continuamente todos los movimientos de las técnicas y obligando a nuestro cuerpo a aprender en silencio.

Por otra parte, es necesario mantener un buen equilibrio, una actitud adecuada y elegante, y un desplazamiento fundamental.

En definitiva, conseguir que todo el cuerpo participe en el movimiento.

Acostumbrarse a respirar profundamente antes de comenzar cada una de las técnicas, o incluso antes de cada movimiento de las mismas.

No desplazarse de un lado a otro sin objeto bajo pretexto de no volver la espalda a Uke. El verdadero camino es siempre el más sencillo y con frecuencia el más directo. Recordar que es más apropiado no volver la es­palda al Uke antes y durante la ejecución de la técnica. Pero para esto no existe regla al­guna; es más bien una cuestión de espíritu que de forma, y depende de cada caso espe­cífico.


Extracto de El Budoka” nº 256 Pág. 12-13
(Puedes descargar el artículo original aquí).

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