viernes, 18 de diciembre de 2009

Mujer... tú que eres...

La mujer del siglo XXI acelera su cambio de rol, a veces de forma confusa o extrema, a veces volviendo al pasado. Ocultamos nuestros instintos básicos por miedo o por vergüenza, nos imponenmos actitudes que nos son ajenas intentando competir en un combate que no siempre es el nuestro...
En busca del punto de equilibrio entre una agresividad excesiva y la debilidad de la aquiescencia complaciente...
Podemos ser madres y esposas, fuertes y matriarcas, dulces y receptivas, sin debilidad y sin tiranía.


Los aspectos agresivos de las mujeres tienden a quedar escondidos tras los estereotipos socialmente aprendidos, quizá con el temor de que la capacidad de destruir sea incompatible con la ternura, la maternidad, la feminidad, o que incluso sea un rasgo poco femenino, mas bien de “marimacho”. El Aikido puede rescatar, lo he visto, ese potencial agresivo, peleón, competitivo, poderoso de las mujeres que podemos llamar “energía Artemisa”.
Artemisa o Diana es la diosa de la caza y de la luna. Es una diosa virgen, autosuficiente, no necesita a un hombre a su lado sino como “colega”, compañero de batallas. Defiende a las mujeres cuando son acosadas por los hombres de una manera implacable. Podemos decir que es “feminista”, pero inequívocamente femenina. Cuando una mujer empieza a practicar Aikido, existe la posibilidad de que se despierte en ella el arquetipo de Artemisa para su sorpresa, o acaso que reconozca que esto era lo que andaba buscando para dar forma a ese aspecto suyo. La sensación es la de recuperar algo perdido, abandonado quizá desde la adolescencia, cuando la vida le llevó por otros sitios, acaso se casó y tuvo hijos y otros aspectos de su ser mujer eclipsaron a Artemisa. Y de pronto el aikido la pone delante de esa parte casi olvidada de su personalidad. Nuevos motivos aparecen, nueva energía y ganas de vivir. Todo un conjunto de nuevos proyectos. De nuevo le apetece hacer excursiones, caminar por la naturaleza, ir de vacaciones con sus amigas...etc.
Artemisa puede aparecer en el tatami de aikido cuando la practicante se da cuenta de que golpea con el sable de una manera desconocida, que es mucho más lanzada y decidida de lo que creía de sí misma, que no tiene miedo (¡le da miedo no tener miedo!), Que le entusiasma lanzar al suelo a su compañero de prácticas y se nota mucho más ágil de lo que suponía. Es todo un descubrimiento que puede ser hasta perturbador, se puede asustar de sí misma, sobre todo si Artemisa no está aceptada en su entorno, o sino sabe qué hacer con esta energía agresiva cuando es madre que tiene que cuidar a sus hijos pequeños o si teme que su novio o marido la rechace o no le guste esta nueva faceta olvidada y casi desconocida. Así pueden abandonar, si Artemisa supone una amenaza demasiado fuerte para su vida. Pero hay otras alternativas. Se puede integrar, se puede iniciar la tarea de hacerle sitio en el interior y en el exterior.


Gracias, Guillermo.

sábado, 5 de diciembre de 2009

El espíritu de los cinco elementos en el Shiatsu

Los cinco elementos nos pueden guiar en el diagnóstico, nos ayudan a entender e interpretar el estado del paciente, nos permiten profundizar en la percepción filosófica de la medicina tradicional china.
También podemos aplicarlos directamente durante el tratamiento, en nuestra forma de tocar, transmitir, escuchar...



Basado en el libro "Shiatsu - Guía completa" (Chris Jarmey y Gabriel Mojay)


El Agua es la fuente de nuestra fuerza vital y de nuestra Voluntad. Para un buen Shiatsu, el practicante sensato trabajará a partir de su fuente, a partir de su Hara. "Escuchará" el cuerpo del paciente y encontrará de forma natural la profundidad y la fuerza correctas para el tratamiento. Un Hara fuerte y abierto, uno de los elementos esenciales de un Shiatsu competente, es una señal de la existencia de un Elemento Agua sano.
El Elemento Agua está también asociado con la habilidad técnica, otro ingrediente esencial del Shiatsu. Los Riñones son responsables del poder que apuntala la vida desde su comienzo. Esta fuerzo o poder se expresa con "habilidad" e "inteligencia", con un saber cómo hacer las cosas.

La Madera nos da nuestra capacidad de visión. El Hígado alberga el Alma Etérea (o Hun). Cuando no está adecuadamente arraigada por el Yin y la Sangre, puede desligarse de su casa "física", perdiendo el contacto con el propósito de su vida y vagando sin rumbo, ajena a la realidad. Perdemos nuestro sentido de vivir en el presente.
Entre los elementos esenciales del Shiatsu competente, el Elemento Madera puede equipararse con la continuidad. Una continuidad fácil de una técnica a la siguiente es una señal de un flujo suave del practicante del Ki. Su plan de tratamiento debe desplegarse sin esfuerzo, procurando que ls distintas técnicas estén unidas con suavidad.

El Elemento Fuego dirige el cuerpo-mente como su "Gobernante Divino", garantizándole la capacidad para el goce y el amor. Es responsabilidad del Fuego reconciliar lo instintivo con lo racional, lo emocional con lo espiritual, y mantener este delicado equilibrio.
Para ayudar a restablecer el equilibrio del Shen alterado de un receptor, espreciso que el Shiatsu se aplique verdaderamente sin esfuerzo y que sea acrítico. Esto exige una mente vacía, uno de los fundamentos de un buen Shiatsu. Una mente vacía nos permitirá trabajar desde el Corazón. Al estar alineados con el Hara, podremos transmitir y despertar el Ki; al estar en concordancia con el Corazón, podremos centrar y armonizar el Shen.

El Pensamiento (Yi) está asociado con el Elemento Tierra y es la primera fase en el proceso de actuación, es decir, de llevar las ideas a la práctica.
La creatividad, para crear arte verdadero, requiere un sentido de la proporción y de la armonía. El Pensamiento lo extrae del Shen. La creatividad en Shiatsu es equivalente a la fluidez, otro aspecto esencial del tratamiento competente. La fluidez es la capacidad de elegir entre una amplia diversidad de técnicas como respuesta directa a las necesidades del receptor. Todas las técnicas, sin embargo, deben basarse en el terreno estable del soporte, otro punto clave de la Tierra.

El Elemento Metal marca los límites y el intercambio con nuestro entorno. Refleja tanto la capacidad de implicarse y de ser sensible a las cosas, como la de apartarse y separarse. Su naturaleza dual es como la respiración: expansión y contracción, recepción y liberación.
Lo esencial del Shiatsu competente que refleja las cualidades del Metal son una conexión positiva y una respiración sostenida. El establecimiento de una conexión vital con el receptor permite que haya una transminsión máxima de Ki, y aumenta la sensación de comunicación inherente en el Shiatsu. La regularidad de la respiración asegura una mente vacía, construyendo ambas cosas prerrequisitos para un Hara fuerte y abierto.

viernes, 12 de junio de 2009

Just because...

"I believe that it is not our right but our duty to be healthy"
Shizuto Masunaga
(in Zen Shiatsu)

"El instinto dicta el deber y la inteligencia da pretextos para eludirlo."
Marcel Proust


En general, somos especialistas en boicotearnos a nosotros mismos. Somos nuestro peor enemigo. Estropeamos nuestra salud a conciencia, escudándonos en excusas baratas o en la indiferencia.
Comemos cosas que nos sientan mal, que nos engordan, que nos enferman...
Mantenemos relaciones dañinas, que nos exprimen, nos agotan, nos eclipsan, nos maltratan...
Nos convencemos a nosotros mismos de que no merece la pena, de que no somos capaces, de que no nos lo merecemos...
¿Por qué nos comportamos de manera auto-destructiva?

No es fácil, pero nos hemos convencido a nosotros mismos de que era inalcanzable. Sin excusas, sin pretextos. Sin esperar al año nuevo, sin esperar al nuevo curso, sin esperar al próximo lunes... Sin esperar a mañana. AHORA es el momento. Porque este cuerpo es el único que tenemos, y nos tiene que durar toda una vida. Porque estar sanos no es un derecho, sino una obligación.

sábado, 6 de junio de 2009

Más vale prevenir que curar

Últimamente reniego de la tecnología y maldigo el nombre de Internet mil veces al día. Se está convirtiendo en una obsesión, soy una reaccionaria de los mundos virtuales, aborrezco la nube, la web 2.0, las redes sociales... Y sin embargo, en días como hoy, no puedo más que sonreir, mofarme de mi pseudo-rebeldía, y dar las gracias por este mundo que se ha hecho pequeño gracias a la web; cuando me descubro a mi misma maravillada ante la vastedad de la red de redes, ante la abrumadora avalancha de información que está ahí, al alcance de un click.

Al fin y al cabo, es por eso que este blog existe. Y es gracias a eso, que puedo compartir esto con todo el que tropiece por aquí.



Cómo prevenir con Shiatsu
(Revista Natural - Fecha del artículo 5/12/2006)

Autora:
Yolanda Vallejo
Fundadora del Instituto de Shiatsu Bilbao

La piel, que es nuestro envoltorio, es el reflejo del estado de salud. A través de ella, de su flexibilidad o rigidez, se pueden detectar posibles enfermedades antes de que se manifiesten. Un buen terapeuta de Shiatsu repasa el entorno de la persona y su forma de vida, además de enseñarla a escuchar su cuerpo para conocerse mejor.

¿Qué significa realmente prevención? Atajar, curar, evitar que una enfermedad se manifieste. Éste es un concepto que merece ser desarrollado con más amplitud: una enfermedad no es una situación que se presenta de la noche a la mañana, sino que es la consecuencia de unos factores que se van agudizando o acumulando, dependiendo de los casos.

En el momento en que una enfermedad ha sido detectada como tal, nos encontramos muy alejados del inicio de la misma. Desde el momento en que en el organismo se comenzó a germinar la misma ya empezaron los cambios dentro de nosotros. Estos, al principio, son sutiles, como pequeñas molestias, presión en alguna zona. Un poco de angustia, cansancio, resfriados frecuentes. Nada importante, y si en ese momento nos realizan un chequeo médico, probablemente no se encontrará nada anormal.

Y sin embargo no estamos del todo bien. Pero tampoco estamos mal. Nuestro organismo está perfectamente preparado para regenerarse y curarse. Pero para que esta función regenerativa trabaje bien, necesitamos una serie de requisitos. Éstos son simples:

• Vivir en armonía con nuestro entorno, como entes que somos, ya que formamos parte del engranaje que es la vida.

• Y vivir en equilibrio dentro de nosotros.

El equilibrio dentro de nosotros

Su falta crea lo que habitualmente denominamos «separación entre mente y cuerpo». La comprensión en profundidad de este concepto es una de las claves para la curación y regeneración. Nuestro cuerpo, como organismo vivo tiene unas necesidades primordiales que deben ser satisfechas:

• Alimento adecuado. No cuidamos por igual a todas las plantas, de la misma forma cada uno de nosotros precisa de una alimentación adecuada, que incluso irá variando a lo largo de nuestra vida.

• Aire sano y limpio. Cuanto más mejor. La primera base para que nuestra vida exista.

• Cariño. Porque nuestros sentimientos necesitan ser alimentados, al igual que nuestro cuerpo.

• También necesitamos ejercicio y movimiento.

• Y sobre todo necesitamos estímulos, que motiven nuestra reacción y entrenen nuestras funciones.

¿Por qué funcionan las terapias manuales? Un porcentaje muy alto de los estímulos que recibimos y que hacen que reaccionemos a nuestro entorno inmediato ocurren a través de la piel.

• Sin contacto, el bebe se atrofia y puede llegar a morir. Y en caso de vivir tendrá deficiencias y retrasos agudos en su desarrollo. Somos sensibles y sentimos.

La piel, nuestra envoltura, el órgano más grande de nuestro cuerpo tiene funciones imprescindibles para la vida y para nuestro desarrollo sano y vigoroso. En su superficie se refleja el interior de nuestro cuerpo. Y por medio de la misma podemos influenciar también sobre el mismo.

• La piel respira. Sin este aporte de aire a través de la piel nos morimos.

• La piel protege el interior de nuestro cuerpo.

• Si visualizamos un árbol podemos hacernos una idea de nuestro sistema nervioso. Parte desde el tronco, se divide en ramas desde más gruesas hasta más delgadas hasta terminar en las hojas. Así también con los nervios desde su centro se van ramificando hasta terminar en la piel. Los nervios transmiten información de ida y de vuelta. Recoge la información del entorno y la envía al interior. Y algo muy importante, recogen la información de dentro y la envían al exterior formando sobre nuestra superficie señales que son como un espejo, un reflejo de lo que pasa dentro. Lo que está dentro se manifiesta fuera.

Con esta información trabajan las terapias manuales. Y Shiatsu es una de ellas. Las manos de terapeuta de Shiatsu van leyendo en el cuerpo de la persona, las señales de las disfunciones. Las interpreta para trabajar con ellas y así poder corregirlas antes de que la disfunción genere por acumulación un desorden de más importancia. De esta forma contracciones musculares, articulaciones agarrotadas, zonas apáticas, sin energía pasan a ser indicadores de que algún órgano o función no está trabajando con normalidad.

Cuando trabajamos sobre estas «señales» ocurren dos cosas:

1. Estas señales van desapareciendo.

2. El trabajo que hemos efectuado ha hecho que la molestia externa mejore y que la función u órgano que estaba descompensado vuelva a estabilizarse.

Las señales son indicadores que recogen la información que les damos con nuestras manos y lo transmiten al interior, al origen del conflicto. El trabajo sirve de impulso al órgano o función descompensada.

Un buen terapeuta de Shiatsu, también se ocupará –junto con la persona– de hacer un repaso de su entorno y su forma de vida. Pues es aquí donde está el origen de sus problemas. Y por tanto el origen de la enfermedad. Puede ser falta de ejercicio adecuado, una alimentación incorrecta o poco descanso.

Y otro de los trabajos de un buen profesional consistirá en que la persona vaya aprendiendo a escuchar su cuerpo, para así poder conocerse mejor y atender sus necesidades básicas. Algo indispensable para sentirnos bien dentro de nosotros y poder mantener la salud.

Esto es prevención. Trabajar para mejorar, para estar sanos y vivir más a gusto dentro de nosotros.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Porque hay mucha Madera en esa Tierra...



Porque quiero huír del perfeccionismo, del control, de la competitividad...
Porque quiero expulsar la rabia, la ira, la frustración contenida durante tanto tiempo...
Porque quiero disfrutar de la primavera, de la vitalidad; quiero crecer, renovarme, expresar mi creatividad...
Porque no todo tiene que tener sentido; porque quiero dejarme llevar...

martes, 31 de marzo de 2009

Un paso hacia el mushin no shin

Ma-ai es el espacio armonioso que existe entre las formas. También es la fuerza que las mantiene a distancia unas de otras con el fin de conseguir un universo unido y perfectamente equilibrado. [...] De esta manera uno se convierte en un centro perfecto, vacio e inmutable. Con la práctica, esta distancia se toma de forma natural. A partir de aquí puede empezar el condicionamiento de la mente que consiste en hacerle admitir que esta noción de distancia es falsa, tanto como lo es la concepción del tiempo que separa a dos cuerpos. Esto es a lo que en lo sucesivo hay que darle la importancia, no a la forma sino a la fuerza que está en ella y que constituye su alma. Esta fuerza de energía radiante es el ki, y este ki llena el espacio que parece separarnos del oponente. El espacio no es entonces un vacio, sino un universo compacto saturado de ki en el cual flotan los universos celestes y todo lo que existe alrededor de nuestra tierra. [...]. De la misma forma, dos hombres situados frente a frente sólo están separados en apariencia, pues la radiación natural del ki de cada uno de ellos penetra completamente el cuerpo del otro. Aquí emerge ya el sentimiento que se puede llamar unidad, y comprenderéis que no se trata de una teoría ficticia sino de una realidad que la física puede probar. Además, si en lugar de creeros que sois vuestro cuerpo, os identificáis con el espacio infinito del Ser, la distancia [...] desaparece y sólo permanece el espíritu. Si la naturaleza del espíritu es la unidad, la distancia entre los dos cuerpos desaparece inmediatamente, y entonces ya os es posible actuar sobre vuestro oponente incluso si éste se encuentra a una gran distancia. Desde el momento en que este sentimiento de unidad fluye en la consciencia, el encuentro entre vosotros y vuestro adversario ya no se sitúa en el espacio sino en el tiempo. Esto es de-ai, el tiempo trascendido, el instante eternamente presente que aparece en un relámpago sublime. Este es el sentido del vacío en el cual se anula todo sentimiento de ego, de Ser y de no-ser. De-ai es un momento de total disponibilidad, de plenitud resultante no sólo de la unidad con el oponente, sino con el universo entero. Se trata de un estado de consciencia pura en el que incluso la concentración sería un obstáculo. Y ahí el sentido de velocidad desaparece, pues la velocidad está caracterizada por el tiempo. La velocidad ha sido útil en la utilización del cuerpo o en la técnica del shina, pero se vuelve inútil cuando la consciencia se ha liberado de la forma en el relámpago del no-tiempo, del no-espacio, es decir, en el instante presente.

El recogimiento, la paz, la confianza,el silencio son cualidades que favorecen la realización del de-ai. El arte de ser el otro, anulando el espacio, parte de este gran principio. Esta es una de las grandes leyes del amor de que se habla sin que nunca comprenderla del todo."


IAIDO - O el Arte de Cortar el Ego. Por Michel Coquet (Traducción de Guillermo Rabuñal).